No cumplí mi palabra...o sí depende como se mire, y tras la súbita sorpresa que me di a mí misma abriendo un blog, llegó la consecuente confirmación. Y es que el año en Miami solo me dejó hueco para las satisfacciones, pero desde luego no encontré hueco para escribir una entrada de vez en cuando, y no fue desde luego porque faltaran eventos, viajes, historias, dias perfectos que contar, ni porque no sucedieran contratiempos, aventuras y todo tipo de cuestiones imprevistas.

De vuelta a mi ciudad, ya han pasado 6 meses desde que volví, con sus cosas buenas y con sus cosas malas, aquí están muchas cosas que echaba de menos, allí dejé un año de ensueño que me permitía que casi todos los días algo fuera dulcemente diferente, esa sensación tropical de vacaciones una vez que daban las 6 en el reloj...gran año.

Si algo he aprendido en este tiempo, en los últimos seis meses, es a no medir mis tiempos con los de otras personas, ...qué habéis aprendido vosotros?

Cuando el ICEX me regaló dos veranos

Pese a negar que fuera a tener blog, una vez más, y como diría mi madre..."nunca digas de este agua no beberé ni este cura no es mi padre" :-)...tengo blog, espero que sea capaz de actualizarlo, de subir fotos y lo más importante, de haceros partícipes de lo que vivo allí y así sentirme más cerca de los que voy a tener lejos.
...y parecía que no iba a llegar nunca, verdad?(alguno que otro estará asintiendo). El verano más largo después del postselectividad se ha escapado entre los dedos como un puñado de arena...creo que lo he aprovechado!
Aún estamos esperando que nos digan cuando volamos, en plena búsqueda de pisos, conociendo a mis compañeras....todo son novedades.
Expectante, nerviosa, inquieta, ni aquí ni alli, ....así me siento, a veces emocionada, muchas veces riendo...
Bienvenidos a la ventana que os abro a Miami.